Hay muchas maneras naturales de conseguir que nuestro cuerpo esté sano y en armonía, pero sobretodo es importante cuidarlo tanto a nivel físico como mental y emocional. Los tres niveles son tan interdependientes que se pueden beneficiar o perjudicar recíprocamente y por eso a la larga todo se acaba manifestando: de una manera o de otra el organismo nos habla.

En la actualidad se emplea sobre todo como una herramienta para mantenerse en forma, preservar la salud y como terapia para algunas enfermedades, aunque en la antigüedad era un arte marcial que se empleaba para defenderse sin usar armas.

Hay partes de nuestro cuerpo que nos aportan mucha información, pues actúan como auténticos microsistemas de la totalidad del organismo. Incluso pueden llegar a reflejar su estado energético por su interacción con una serie de canales sutiles que se distribuyen por todo el cuerpo y que se comunican entre sí. Y gracias a ello se nos puede revelar el inicio de un bloqueo antes de que aparezca patológicamente.

De entre estos microsistemas, hay algunos como las manos y especialmente los pies, en los que además se puede influir a través de manipulaciones o presiones sobre esa zona afectada (zona refleja) que al estar relacionada energéticamente con el órgano o sistema correspondiente lo acaba regulando. Pero si además de tenerse en cuenta este aspecto técnico, se cultiva también el humano, la ayuda aún puede ser mucho más positiva: a través del calor de las manos y la sensación agradable de un masaje aplicado con dedicación y respeto en un lugar tan sensible como son los pies, la persona que lo recibe acaba disfrutando de un estado de paz y bienestar que a la larga influye en la efectividad del proceso.

Sobre estos principios actúa la reflexología podal: Su principal finalidad es ayudar a que el receptor mejore física, mental y emocionalmente. Aunque, como toda medicina holística, no deja de ser un pequeño apoyo externo: no es ella, sino el propio receptor, quien acaba auto-ayudándose a través de un trabajo interior que lo encamina gradualmente a su estado natural.

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Reiki es un método de sanación a través de la imposición de manos. "Rei" significa energía universal y "Ki" energía vital. El Reiki es la unión de ambas, acercándonos así a nuestra verdadera esencia.

El Reiki es una terapia que tiene sus orígenes en Japón y fue transmitida por el maestro Dr. Mikao Usui, que la descubrió durante un largo retiro en la montaña.

Recibiendo energía Reiki recuperamos la capacidad curativa y de regeneración de nuestro porpio cuerpo abriéndonos también a una nueva consciencia de la vida.

A través de esta terapia se busca equilibrar los chakras (centros energéticos) de nuestro cuerpo, deshaciendo bloqueos físicos, mentales y emocionales, pudiendo recobrar de este modo la salud.

El Reiki está incorporado dentro del contexto de las prácticas terapéuticas reconocidas por la OMS.

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